jueves, 24 de noviembre de 2011

Cree.

La vida es esa, que te trata con cariño cuando tú la tratas a ella con pasión.

La vida eres tú, creyendo que puedes.

La vida es amor, si logras repartirlo a los demás.

La vida es jugar a ser grande y luego querer volver a ser niño.

La vida es misterio, porque aunque no todo parece ser perfecto, lo es.

La vida son ganas, de ti y de mí.

La vida es dulce, si te permites probar. Y agridulce, para contrastar.

La vida es unión; si mis padres no hubieran estado juntos, yo no estaría aquí.

La vida es rápida, pero también te da chance de que decidas a qué velocidad ir.

La vida es tristeza, para dejar descansar tantito la felicidad y entonces volver a empezar.

La vida es hambre, de no saberse conformar.

La vida es algo con lo que te tienes que comprometer para que salga bien.

La vida es lo que tú quieres que ocurra.

La vida es saber que te podrías morir solo, sabiendo que siempre estuviste acompañado.

La vida es llanto, pero venga, también puedes llorar de felicidad.

La vida no es rosa; es azul, amarillo, verde, negro, blanco, rojo, morado, y todos los pantones que te puedas imaginar.

La vida es todo lo que quieras que suceda. Y mientras sucede, no te olvides de vivir.

La vida son besos, que tú tienes que dar.

La vida se trata de soñar y hacer esos sueños realidad.

La vida no está hecha para cosas sin sentido, pero a fin de cuentas, el sentido se lo das tú.

La vida es sentir que te puedes morir sabiendo que fuiste feliz.

La vida sucede porque tú así lo quieres.

La vida no es una, pero en la próxima te cambiarán el nombre, así que aprovecha ésta.

La vida sin ti, también es vida, pero sin mí, lo dudo mucho.

La vida es, si tú quieres que sea.



D.

martes, 8 de noviembre de 2011

jueves, 1 de septiembre de 2011


Mira las estrellas, son las mismas que ayer, que antier, las mismas que la semana pasada, que hace un mes, que varios años…

Las mismas que cuando eras pequeño; las que estuvieron ahí cuando naciste y mucho antes que existieras o estuvieras planeado por el universo.

Son las mismas que estarán cuando ya no estés y las que te contemplarán desde arriba cuando vuelvas a nacer.

Seguramente las has visto desde hace siglos, siempre siendo una persona diferente, creyendo cosas distintas a las de ahora, pero sin perder la profunda esencia de lo que eres.

Esas estrellas han sido testigo en quién te has convertido. Míralas bien, en alguna otra vida las verás de nuevo y tal vez recuerdes que no es la primera vez que las volteas a ver.


D.

(foto: Abraham Quintana)

viernes, 12 de agosto de 2011

No estoy para que ustedes me digan, ni yo para decírselos...

Siempre he sido rara, lo juro, pregúntenle a cualquiera que me conozca un poquito más allá de las máscaras que usamos los seres humanos todo el tiempo. Pero un día, en especial, a los 7 años, mostré mi lado más ingenuo y al mismo tiempo la personalidad rara e intensa que me ha caracterizado desde chiquitita.

Era 20 de abril de 1993; iba en 1er año de primaria y saliendo del colegio, siempre pasaban por mí y por otros niños y nos llevaban a una especie de estancia infantil o guardería, donde comíamos y pasábamos todo el día jugando y haciendo la tarea, hasta que mi mamá me recogía, casi en la noche.

Ese día me acuerdo que estaba lloviendo y un enorme patio (a lo mejor lo recuerdo más grande de lo que era) separaba al salón principal de la puerta de entrada, por lo que en cuanto llegamos corrimos divertidos “para no mojarnos”.

Una vez adentro, mientras nos enfilaban para lavarnos las manos y sentarnos a comer, escuché que en las noticias hablaban de que Cantinflas había fallecido ese día. Y a la niña de 7 años de 1º de primaria, se le partió el corazón.

Empecé a llorar desconsolada, nadie podía calmar mi drama. A pesar de los grandes esfuerzos de mi mamá por separarme de las películas, series, telenovelas y demás que pusiera en peligro mi educación, mis buenos modales y todo eso que una madre sueña para su hija, yo era fan de Cantinflas y en ese momento estaba desecha.

Lo peor de todo no fue eso, sino que era tan ferviente mi dolor, que empecé a convencer a los demás niños de que su infancia se había acabado… ¿ahora quién nos iba hacer reír, sensibilizar? Entonces media guardería empezó a llorar.

Por supuesto, tuvieron que llamar a mi mamá para que fuera por mí en ese instante, antes de que generara un Golpe de Estado, pero mientras la esperaba yo lloraba y lloraba frente a la televisión, abatida viendo el funeral de mi ídolo.

Entonces, llegó mi mamá fúrica. Desde luego, no entendía porque tanto drama; pero mi odisea era porque pensaba que jamás iba volver a ver a Cantinflas en la televisión, que no podría ver de nuevo sus películas nunca más, digo… si se acababa de morir, cómo iba a poder volver actuar cada vez que yo quisiera ver “El Bolero de Raquel”, por ejemplo. (Lo siento, era tan sólo una niña de 7 años.)

Mi mamá me explicó a regañadientes, que las películas las iban a seguir pasando el resto de mi vida, que no me preocupara por eso, y entonces mis lágrimas automáticamente cesaron; mi angustia de creer que el mundo ya no sería lo mismo, desarapeció; pero efectivamente ya no fue el mismo.

Ese día, un valioso elemento del humanismo se fue. De esos que no hacen por decena y son tan difíciles de encontrar. No hablo de la persona y el personaje por separado, porque al final de cuentas creo que son uno solo.

Hablo de un hombre, que nació en uno de los peores barrios de México, pero que rompió con el patrón convirtiéndose en una extraordinaria persona. Que alcanzó la fama por su personaje de pantalones de cadera caída y ropa rota, pero invariablemente representando a un ser trabajador y honesto; enredado siempre en un laberinto de palabras y expresiones evasivas, sin concretar ideas para no comprometerse, pero al mismo tiempo comprometido con todos, con sus ideas y sentimientos; sin utilizar jamás albures ni groserías para hacer reír, al contrario, con diálogos llenos de inteligencia y agilidad mental. Siempre saliendo avante a pesar de las adversidades del destino, caracterizado por su habitual picardía y expresiva dulzura.

Hoy, este disléxico pero letrado hombre cumpliría 100 años y marcó tanto la vida de los que hemos podido disfrutar de su trabajo, que incluso su nombre y algunos derivados (cantinflear, cantinflesco) ya son parte del diccionario de la Real Academia Española.

Charles Chaplin una vez lo llamó "el mejor comediante del mundo" y Mario Moreno fue referido muchas veces como el "Charles Chaplin de México", así que espero que donde quiera que estén, los dos estén disfrutando de su compañía, haciéndose reír mutuamente; y su buena vibra y amor por la humanidad entera siga contagiándonos para poder hacer de este mundo un lugar donde se sigan creando personas extraordinarias por las que lloremos desconsolados cuando partan.

D.

lunes, 8 de agosto de 2011

Gracias

Me enseñaste que no fue por nada que apareciste.

Me enseñaste que cualquiera puede ser tu maestro; que algo insignificante, puede significar tu dolor más grande; que en un instante, te cambia la vida.

Me enseñaste a ser más fuerte, a comprender que no era perfecta y por lo mismo, me enseñaste a dejar mi soberbia y a ser más humilde.

Me enseñaste que no era intocable como yo creía, y que me podía caer tan profundo como yo lo permitiera; y me caí y me dolió, y cuando estaba en el suelo y sentía que no podía más, me enseñaste que cualquier dolor tiene un límite, que todos los dolores tienen final y se superan, y nunca son tan grandes para no poderte levantar.

Me enseñaste a ver la vida de otra forma, con otro color; porque si de algo estoy segura es que no soy la misma que era cuando te conocí; después de tanto vacío, gracias a ti, entendí que la gente se llena de banalidades y es muy tarde cuando te das cuenta.

Me enseñaste la diferencia entre vivir y sobrevivir, y que no vale la pena morir por ti.

Me enseñaste el miedo que guardaba a que la gente se fuera. Me demostraste todo lo que hacía por que se quedaran, cuando en realidad, los que se quedan, lo hacen sin obtener nada.

Me enseñaste a ser desapegada; créeme, si pude hacerlo contigo, con cualquiera ya es un chiste.

Me enseñaste a estar sola; a quererme más y quererte menos a ti.

Me enseñaste que no era amor, era ego.


D.

miércoles, 20 de julio de 2011

Ganesha occidental

Quiero la espiritualidad del elefante, su fortaleza y su terquedad. Nunca fiarme de nadie, pero si alguien se gana mi corazón no dejarlo jamás; ser la más leal. Viajar como mariposa y vivir en absoluta voluntad. Quiero ser amuleto de buena suerte y ser también un símbolo de libertad.

La sabiduría del elefante y de la mariposa su metamorfosis, quiero.

No quiero olvidarme nunca de dejar lo superficial, de que los cambios son buenos y que es de valientes mudar los modos de pensar; profundizar en sentimientos y lograrme sensibilizar. Quiero ser elefante por su significado místico; y usar el efecto mariposa para transformar. Quiero ser enorme y aún así poder volar; irme lejos pero siempre regresar.

Dice la mitología hindú que los primeros elefantes volaban y se esposaban con las nubes. Quiero ese romanticismo.

Quiero ser como cuando los elefantes volaban y las mariposas tumbaban muros. No pasar desapercibida por la vida…quiero dejar una bella huella inmortal.

D.

lunes, 18 de julio de 2011

Think different.

Hoy en el cumpleaños 93 de Nelson Mandela, no puede haber mejor frase.

Puede sonar trillado y lo es. Peroooo, cuando te lo ponen así, con un gran guión, la verdad es que comprendes que el mensaje siempre va ser éste; que es la solución para ser feliz, para no pasar desapercibido en la vida y disfrutar realmente del mundo; y de esta manera, un día, cuando estemos viejitos y hagamos un recuento de nuestros años mozos, podamos decir que no nos quedamos con ganas de nada, que hicimos y deshicimos todo lo que pudimos; que valió la pena cada día y que verdaderamente aprovechamos haber existido.

Este comercial, lo hicieron hace muchísimos años, pero le sigue poniendo la piel chinita a cualquiera que lo ve.

Logren ser extraordinarios, rompan la caja y vuélvanla armar de mil formas diferentes, vayan contra la corriente y cuando otras personas los vean y piensen que son mala influencia, siéntanse orgullosos.

jueves, 30 de junio de 2011

Buena vibra

Para empezar con el pie derecho este blog, publico el comercial que hizo que me convirtiera en publicista; el que hizo que me viniera a México a querer ser copy y el que cada vez que veo me exprime el corazón.

Puede que no sea el más creativo, pero si el más bello. Puede que no haya logrado subir las ventas (no lo sé) pero provocó tanto sentimiento en mi, que la que quería dedicarse a la política terminó queriendo ser creativa.

Se los dejo pues, con el fin de que también les cambie la vida.